sábado, 11 de mayo de 2013


LAS ADAPTACIONES CURRICULARES

A raíz de los últimos cambios en el sistema pedagógico nacional mucho se ha dicho y escrito respecto a la  “adaptación curricular”, sin embargo, y a pesar de ser el nuevo “tema de moda” del magisterio, en la mayoría de casos los docentes no le están dando ni la valoración ni la importancia que tan innovador recurso merece y es que, de forma vinculante, se deben tener presente  los ritmos, estilos y particularidades que nuestros niños y niñas ostentan al planificar el proceso pedagógico que tiene como objetivo desarrollar los aprendizajes significativos de cada capacidad.

Sabemos que las adaptaciones curriculares son de gran importancia pues estas  se traducen en  las decisiones que se toman frente a las necesidades de aprendizaje de los niños,  niñas  y exigencias del currículo, con la finalidad de adecuar las capacidades señaladas en el DCN, de tal manera que estas sean accesibles y útiles a todos los alumnos y que respondan a sus características y potencialidades

Su importancia radica en que las adaptaciones
·         Van a garantizar el éxito y la satisfacción de logro de los niños y en el docente.
·         Van a establecer un nexo entre el ritmo de aprendizaje de los niños, niñas y el estilo de enseñanza de la maestra.
·          Van a contribuir  a evitar los  desajustes entre las habilidades y necesidades de los niños  y las exigencias del currículo.
·         Nos va a permitir Adaptar las estrategias de planificación y la actuación docente a la realidad del aula.
·         Va a permitir a los niños y niñas superar sus dificultades, siempre con el acompañamiento de la maestra
·         Va a permitir potenciar las habilidades de los niños y niñas del aula.
·         Va a permitirle a los niños y niñas, participe en el mismo contexto, proceso con sus pares.

Sin embargo aún muchas docentes  aún no toman en cuenta la importancia de  hacer las adaptaciones curriculares pertinentes, y presumen que la totalidad de niños y niñas del aula poseen una capacidad cognitiva homogénea y, aún entre los llamados “normales”, cada uno de ellos son un universo diferente y presentan  diferencias a la hora de aprender.

Además, es importante recordar que  lo que sabemos sobre el aprendizaje y la enseñanza nos permite afirmar que no es posible plantear un método de enseñanza válido para todos los niños,  niñas y para todos los conocimientos. Aunque, los principios del aprendizaje son idénticos para todos, también es cierto que cada aprendiz es diferente y tiene su propio estilo y ritmo de aprendizaje, sus fortalezas y debilidades, su base de conocimientos y destrezas pueden ser distintas, se motiva por cuestiones diferentes y es capaz de concentrarse en unas tareas con más facilidad que en otras, así como sus intereses, necesidades, su contexto de desarrollo, o acceso a la información  las cuales son distintas.
Por todo ello es fundamental analizar los factores y estrategias de la enseñanza que favorecen o dificultan el aprendizaje; así mismo es importante programar actividades que contemplen la adquisición del aprendizaje por distintos canales sensoriales (Visual, auditivo, kinestésico, táctil).

Dependiendo  de las diferencias que presentan nuestros niños y niñas, es de suma importancia que el curriculum debe responder las necesidades educativas de los niños y niñas, lo cual nos va a permitir adaptar uno o varios elementos del curriculum, así podemos realizar adaptaciones en las capacidades, habilidades, conocimientos y actitudes y a partir de ellos se puede determinar las estrategias metodológicas, de material y de la evaluación (importante la adaptación de los indicadores).
Debemos tener en cuenta que no necesariamente se adaptan todas las áreas y capacidades, esto dependerá de las necesidades educativas especiales que los niños y niñas presentan.

Hoy sabemos que, para que los aprendizajes sean significativos deben cobrar sentido y funcionalidad para el niño o niña que aprende, relacionándolos con su experiencia previa, con su entorno y que le encuentre utilidad y aplicación en lo cotidiano. El aprendizaje no es por lo tanto, un proceso pasivo y receptivo; implica la construcción de saberes por niñas y niños en la interacción con su medio social a partir de sus primeros vínculos con las personas de su entorno cercano. El es el protagonista de sus aprendizajes. El contacto, la relación e intercambio entre niñas y niños que tienen diferentes fortalezas, intereses y habilidades, favorece la riqueza y diversidad de las experiencias; ya que es de esta manera como ellos aprenden en interacción con sus compañeros, en la medida que se promueva el intercambio entre ellos.

Ciertamente todo grupo de estudiantes se caracteriza por ser heterogéneo. Los niños difieren los unos de los otros en términos de sus capacidades personales, su ritmo y estilo de aprendizaje, sus intereses y motivaciones, sus rasgos de personalidad y su historia socio familiar, los cuales son aspectos importantes para el desarrollo unos óptimos procesos de aprendizaje. De ahí que el mayor desafío que enfrentan los profesores en su práctica cotidiana tiene que ver con descubrir los modos de enseñanza y estrategias que aseguran el éxito de aprendizaje de todos los niños y niñas, pero la realidad  nos muestra que muchas de las aulas trabajan sin hacer las adaptaciones pertinentes, lo que hace que muchos de los niños y niñas, desde el inicio del proceso pedagógico se sienta frustrado, presente problemas y dificultades para aprender y más aún no se sientan felices en las escuelas, y esto trae como consecuencia que no adquieran aprendizajes significativos.

Es importante trabajar en las aulas construyendo un curriculum que pueda atender la diversidad del aula es decir que responda a las  necesidades de los niños y niñas un intercambio de significados y comportamientos, de recuerdos y experiencias, de
Sentimientos y emociones, y se configura un espacio cultural y una organización de
aspiraciones comunes, con el deseo de entenderse y respetarse. Y eso es posible si le proporcionamos a los niñas y niños la oportunidad de intercambiar sus experiencias personales, de realizar actividades de manera cooperativa y de establecer normas de convivencia democráticas entre todos.
Debemos trabajar para implementar metodologías  que motive permanentemente a los estudiantes para que quieran y sientan la necesidad de aprender, debe servir para despertar por sí misma la curiosidad y el interés, donde el niño si sienta confianza y seguridad en el proceso porque responde a sus necesidades e intereses. Es en las actividades de aprendizaje donde se concretizan las adaptaciones curriculares haciendo accesible el currículo a los niños y niñas según su ritmo y estilo de aprendizaje.
Las docentes podemos garantizar que la escuela se convierta en un lugar donde las niñas y niños aprenden a la vez que crecen felices  planteando  un conjunto de estrategias de enseñanza y aprendizaje debidamente organizadas de tal manera que favorezca la participación de lo pequeños  estudiantes  según sus necesidades y promueva el éxito de todos los niños y niñas  lo que les dará la alegría y satisfacción de aprender y a su vez respalde la adquisición de conductas sociales cooperativas. Para garantizarla debemos como docentes considerar:
·         Las características, ritmos, estilos y necesidades fundamentales de los niños y niñas del aula.
·         Brindarle un ambiente que le de seguridad para actuar, para aprender, para ser feliz.
·         Siempre los aprendizajes deben partir de las vivencias reales de los niños y niñas.
·         Nuestro rol como docente es el de facilitador y mediador que busque las estrategias pertinentes para lograr el desarrollo integral
·         Dar énfasis a los procesos pedagógicos y en ellos a los aprendizajes.
·         Considerar  la relación de los aprendizajes nuevos con la experiencia de vida que traen al aula los niños y niñas y cómo los nuevos aprendizajes le permiten transformar su realidad
·         Tener en cuenta la metacognición y la autoevaluación: en cada una de las experiencias  que le permitan a niños y niñas reflexionar sobre sus propias acciones de aprendizaje.
·         Respetar las  “inteligencias múltiples”: considerar actividades variadas para presentar un mismo aprendizaje, respetando a  niños y niñas y su necesidad de autonomía para la exploración de diversas situaciones    
     prevista por los maestros.
·         Establecer una relación docente – alumno de respeto, tolerancia, promoviendo permanentemente un adecuado clima afectivo y  emocional  adecuado, de tal manera que se mantenga la motivación.
·         Ver y hacer que los niños y niñas vean al error de modo positivo, como estímulo para aprender y construir aprendizajes significativos.

La escuela debe ser un lugar donde se busca favorecer la igualdad de oportunidades de los niños y niñas, haciendo participes a todos los actores de la educación, los cuales son aliados estratégicos para lograr una educación de calidad para todos, de tal manera que se fomente una educación personalizada que atienda la diversidad de los diversos  grupos  de las aulas de la Institución educativa.

Se debe trabajar por una escuela de todos y para todos, haciendo que esto le de seguridad a los niños y niñas, para aprender de manera significativa, lo cual asegurara el acceso, permanencia y éxito escolar y por ende lo motivará para ser participe del proceso de aprendizaje, se muestre tranquilo y sobre todo feliz de poder aprender y de no ser diferentes a sus compañeros, con los cuales interactúa  permanentemente sin marginarse  o ser rechazado por el grupo.

Katya Verónica Valverde Gutiérrez



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