LAS
ADAPTACIONES CURRICULARES
A raíz de los últimos cambios en el sistema
pedagógico nacional mucho se ha dicho y escrito respecto a la “adaptación curricular”, sin embargo, y a
pesar de ser el nuevo “tema de moda” del magisterio, en la mayoría de casos los
docentes no le están dando ni la valoración ni la importancia que tan innovador
recurso merece y es que, de forma vinculante, se deben tener presente los ritmos, estilos y particularidades que
nuestros niños y niñas ostentan al planificar el proceso pedagógico que tiene
como objetivo desarrollar los aprendizajes significativos de cada capacidad.
Sabemos
que las adaptaciones curriculares son de gran importancia pues estas se traducen en las decisiones que se toman frente a las
necesidades de aprendizaje de los niños,
niñas y exigencias del currículo,
con la finalidad de adecuar las capacidades señaladas en el DCN, de tal manera
que estas sean accesibles y útiles a todos los alumnos y que respondan a sus
características y potencialidades
Su importancia radica en que las adaptaciones
·
Van a garantizar el éxito y la
satisfacción de logro de los niños y en el docente.
·
Van a establecer un nexo entre
el ritmo de aprendizaje de los niños, niñas y el estilo de enseñanza de la
maestra.
·
Van a contribuir a evitar los
desajustes entre las habilidades y necesidades de los niños y las exigencias del currículo.
·
Nos va a permitir Adaptar las
estrategias de planificación y la actuación docente a la realidad del aula.
·
Va a permitir a los niños y
niñas superar sus dificultades, siempre con el acompañamiento de la maestra
·
Va a permitir potenciar las
habilidades de los niños y niñas del aula.
·
Va a permitirle a los niños y niñas,
participe en el mismo contexto, proceso con sus pares.
Sin embargo aún muchas docentes aún no toman en cuenta la importancia de hacer las adaptaciones curriculares
pertinentes, y presumen que la totalidad de niños y niñas del aula poseen una
capacidad cognitiva homogénea y, aún entre los llamados “normales”, cada uno de
ellos son un universo diferente y presentan diferencias a la hora de aprender.
Además, es importante recordar que lo que sabemos sobre el aprendizaje y la
enseñanza nos permite afirmar que no es posible plantear un método de enseñanza
válido para todos los niños, niñas y
para todos los conocimientos. Aunque, los principios del aprendizaje son
idénticos para todos, también es cierto que cada aprendiz es diferente y tiene
su propio estilo y ritmo de aprendizaje, sus fortalezas y debilidades, su base
de conocimientos y destrezas pueden ser distintas, se motiva por cuestiones
diferentes y es capaz de concentrarse en unas tareas con más facilidad que en
otras, así como sus intereses, necesidades, su contexto de desarrollo, o acceso
a la información las cuales son
distintas.
Por todo ello es fundamental analizar los factores y estrategias
de la enseñanza que favorecen o dificultan el aprendizaje; así mismo es
importante programar actividades que contemplen la adquisición del aprendizaje
por distintos canales sensoriales (Visual, auditivo, kinestésico, táctil).
Dependiendo de las
diferencias que presentan nuestros niños y niñas, es de suma importancia que el
curriculum debe responder las necesidades educativas de los niños y niñas, lo
cual nos va a permitir adaptar uno o varios elementos del curriculum, así
podemos realizar adaptaciones en las capacidades, habilidades, conocimientos y
actitudes y a partir de ellos se puede determinar las estrategias metodológicas,
de material y de la evaluación (importante la adaptación de los indicadores).
Debemos tener en cuenta que no necesariamente se adaptan
todas las áreas y capacidades, esto dependerá de las necesidades educativas
especiales que los niños y niñas presentan.
Hoy sabemos que, para que los aprendizajes sean significativos
deben cobrar sentido y funcionalidad para el niño o niña que aprende,
relacionándolos con su experiencia previa, con su entorno y que le encuentre
utilidad y aplicación en lo cotidiano. El aprendizaje no es por lo tanto, un
proceso pasivo y receptivo; implica la construcción de saberes por niñas y
niños en la interacción con su medio social a partir de sus primeros vínculos
con las personas de su entorno cercano. El es el protagonista de sus
aprendizajes. El contacto, la relación e intercambio entre niñas y niños que
tienen diferentes fortalezas, intereses y habilidades, favorece la riqueza y
diversidad de las experiencias; ya que es de esta manera como ellos aprenden en
interacción con sus compañeros, en la medida que se promueva el intercambio
entre ellos.
Ciertamente todo grupo de estudiantes se caracteriza por ser
heterogéneo. Los niños difieren los unos de los otros en términos de sus
capacidades personales, su ritmo y estilo de aprendizaje, sus intereses y
motivaciones, sus rasgos de personalidad y su historia socio familiar, los
cuales son aspectos importantes para el desarrollo unos óptimos procesos de
aprendizaje. De ahí que el mayor desafío que enfrentan los profesores en su
práctica cotidiana tiene que ver con descubrir los modos de enseñanza y
estrategias que aseguran el éxito de aprendizaje de todos los niños y niñas,
pero la realidad nos muestra que muchas
de las aulas trabajan sin hacer las adaptaciones pertinentes, lo que hace que
muchos de los niños y niñas, desde el inicio del proceso pedagógico se sienta
frustrado, presente problemas y dificultades para aprender y más aún no se
sientan felices en las escuelas, y esto trae como consecuencia que no adquieran
aprendizajes significativos.
Es
importante trabajar en las aulas construyendo un curriculum que pueda atender
la diversidad del aula es decir que responda a las necesidades de los niños y niñas un
intercambio de significados y comportamientos, de recuerdos y experiencias, de
Sentimientos y emociones, y se configura un espacio cultural y
una organización de
aspiraciones comunes, con el deseo de entenderse y respetarse. Y
eso es posible si le proporcionamos a los niñas y niños la oportunidad de intercambiar
sus experiencias personales, de realizar actividades de manera cooperativa y de
establecer normas de convivencia democráticas entre todos.
Debemos trabajar para implementar metodologías que motive permanentemente a los estudiantes
para que quieran y sientan la necesidad de aprender, debe servir para despertar
por sí misma la curiosidad y el interés, donde el niño si sienta confianza y
seguridad en el proceso porque responde a sus necesidades e intereses. Es en
las actividades de aprendizaje donde se concretizan las adaptaciones
curriculares haciendo accesible el currículo a los niños y niñas según su ritmo
y estilo de aprendizaje.
Las docentes
podemos garantizar que la escuela se convierta en un lugar donde las niñas y
niños aprenden a la vez que crecen felices planteando un conjunto de estrategias de enseñanza y aprendizaje
debidamente organizadas de tal manera que favorezca la participación de lo pequeños
estudiantes según sus necesidades y promueva el éxito de
todos los niños y niñas lo que les dará
la alegría y satisfacción de aprender y a su vez respalde la adquisición de
conductas sociales cooperativas. Para garantizarla debemos como docentes considerar:
·
Las características, ritmos,
estilos y necesidades fundamentales de los niños y niñas del aula.
·
Brindarle un ambiente que le de
seguridad para actuar, para aprender, para ser feliz.
·
Siempre los aprendizajes deben
partir de las vivencias reales de los niños y niñas.
·
Nuestro rol como docente es el
de facilitador y mediador que busque las estrategias pertinentes para lograr el
desarrollo integral
·
Dar énfasis a los procesos
pedagógicos y en ellos a los aprendizajes.
·
Considerar la relación de los aprendizajes nuevos con la
experiencia de vida que traen al aula los niños y niñas y cómo los nuevos
aprendizajes le permiten transformar su realidad
·
Tener en cuenta la
metacognición y la autoevaluación: en cada una de las experiencias que le permitan a niños y niñas reflexionar
sobre sus propias acciones de aprendizaje.
·
Respetar las “inteligencias múltiples”: considerar
actividades variadas para presentar un mismo aprendizaje, respetando a niños y niñas y su necesidad de autonomía para
la exploración de diversas situaciones
prevista por los
maestros.
·
Establecer una relación docente
– alumno de respeto, tolerancia, promoviendo permanentemente un adecuado clima
afectivo y emocional adecuado, de tal manera que se mantenga la
motivación.
·
Ver y hacer que los niños y
niñas vean al error de modo positivo, como estímulo para aprender y construir aprendizajes
significativos.
La escuela debe ser un lugar donde se busca favorecer la igualdad
de oportunidades de los niños y niñas, haciendo participes a todos los actores
de la educación, los cuales son aliados estratégicos para lograr una educación
de calidad para todos, de tal manera que se fomente una educación personalizada
que atienda la diversidad de los diversos grupos de las aulas de la Institución educativa.
Se debe trabajar por una escuela de todos y para todos, haciendo
que esto le de seguridad a los niños y niñas, para aprender de manera
significativa, lo cual asegurara el acceso, permanencia y éxito escolar y por
ende lo motivará para ser participe del proceso de aprendizaje, se muestre
tranquilo y sobre todo feliz de poder aprender y de no ser diferentes a sus
compañeros, con los cuales interactúa
permanentemente sin marginarse o
ser rechazado por el grupo.
Katya Verónica Valverde Gutiérrez
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